lunes, 2 de noviembre de 2009

Me llamo Gumersindo Casasola


¡Aquí hay otro plebe!, exclamó la partera… No creo, contestó mi madre, siempre he sido muy estomaguda.
Eran las 11:15 de la mañana de un 6 de agosto , cuando este diálogo se presentó, yo, Gumersindo era ese plebe, mi hermana había nacido algunos minutos antes. Micaela, mi madre, mujer de hogar, luchadora y sumisa como antes eran generalmente las esposas, nunca consultó un doctor durante sus embarazos(por lo tanto no sabía que eran dos pequeños los que venían en camino), por muchas razones, una de ellas creo, fue la misma pobreza y tal vez la misma ignorancia para darle la debida importancia a dicho suceso .Otra situación que tuvo incidencia, fue el hecho de que el pueblo donde nací era, y es muy pequeño( de apenas 500 habitantes), enclavado en lo más recóndito de la sierra sinaloense, cerca de Durango, haciendo más difícil la presencia de doctores y menos aun clínicas de salud.
Soy el último de 7 hermanos, al menos por algunos minutos, estudié primaria ahí mismo en el pueblito, en esa época no existía el kínder, al menos en el ranchito. Recuerdo ser un niño extrovertido, por lo que no me explico como ahora soy todo lo contario; me gustaba jugar a las luchas en el recreo, me revolcaba toda la ropa, acción que le molestaba mucho a mi ma, ya que todos los días me mandaba limpiecito y bien planchadito a la escuela.
La secundaria y la preparatoria las cursé en Cosalá, Sinaloa, recuerdo que la secundaria se llamaba Francisco I. Conde y la prepa, Heraclio Bernal, esta última incorporada a la Universidad Autónoma de Sinaloa. Cosalá, pueblito hermoso de tipo colonial y calles empedradas, como muchos pueblos de la provincia mexicana; estaba alejado algunos 7 kilómetros de El rodeo, pero como no había carros, mucho menos camiones, al inicio teníamos que caminar todos los días, ida y vuelta. Tiempo después, creo que al empezar la preparatoria, cierta persona del rancho, como le decimos a El Rodeo, de privilegiada situación económica, compró un pick up, el cual lo utilizaba para llevar y traer estudiantes a Cosalá a cambio de 1 peso.
Cabe mencionar, que nunca tuvimos energía eléctrica, vaya, ni siquiera agua potable, hasta mucho tiempo después de terminar la preparatoria, por lo que para estudiar y realizar las tareas me alumbraba con las “cachimbas” , que funcionaban con petróleo. En la ciudad de Culiacán, ingresé a la Universidad Autónoma de Sinaloa, estudiando la carrera de Ingeniería Química. Recuerdo que trabajaba los fines de semana en el Instituto Nacional de Educación para Adultos. Con el poco dinero que ganaba en dicha actividad y con la ayuda de uno de mis hermanos de oficio talabartero, compraba libros y sostenía mis estudios. Cuando terminé la carrera, uno de mis parientes que en esa época vivía en Agua Prieta, me invitó a trabajar en Rogers Mexicana, empresa establecida en dicha ciudad y en la que el mismo laboraba. Trabajé algunos años como encargado de un laboratorio industrial, hasta que un compañero de trabajo me invitó a participar como docente en el CBTIS para cubrir a uno de sus hermanos, alternando las dos actividades.
Ahí hice mis primeros “pininos” como profesor, hace ya muchos años. Laboré, aproximadamente un año y medio, con muchos problemas de pago, de hecho recibí mi primer cheque hasta después de 8 meses de iniciar actividades, pasando verdaderas peripecias de índole económica. A los 6 meses empecé a trabajar también en CONALEP renunciando en la fábrica.
En agosto de 1995 me dieron la oportunidad de trabajar en la preparatoria federal por cooperación “Tomas Camacho Puente” impartiendo las asignaturas de matemáticas y química. A lo largo de 10 años impartí clases de química, física, matemáticas, en dicha preparatoria; en el Instituto Tecnológico de Agua Prieta, Colegio Guadalupe y Colegio Martinie.
Me retiré de la preparatoria Tomas Camacho en agosto del 2005, en momentos críticos de la institución. Tomar esta decisión fue algo difícil ya que la “camiseta Tomas Camacho” estaba bien puesta; sin embargo, en esa época había nacido mi primer heredero(al menos de mis libros) y, pues, era necesario tomar nuevos horizontes. Continúe trabajando en Colegio Martinie y secundaria Plutarco Elías Calles.
En agosto 2008 regresé a trabajar en la que fuera preparatoria “Tomas Camacho Puente” pero ya oficialmente reconocida como Colegio de Bachilleres del Estado de Sonora. Actualmente me encuentro felíz, trabajando todavía como docente, en dicho colegio(ahora COBACH PLUTARCO ELIAS CALLES) , así como en una institución educativa particular conocida como Colegio Benemérito de las Américas. Estoy cursando el segundo semestre de la maestría en educación que imparte el IFODES. Como dije líneas arriba, mi nombre es Gumersindo Casasola. Soy sinaloense de nacimiento, sonorense por adopción, y me siguen gustando las tortillas de maíz.

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