Un día una chica le dice a su enamorado:
¿Por qué no le dices a mi padre para que nos casemos?
A lo que el enamorado contesta:
¡Está bien!
Cuando llega el día de la pedida de mano el padre de la chica le pregunta al joven:
¿Y usted cuánto gana?
Bueno, responde el muchacho, yo gano 500 pesos. Entonces, el padre exclama:
¡Eso no le alcanza a mi hija ni para el papel higiénico !
Entonces, el joven ofendido se va de la casa, y cuando se va, la chica se asoma por la ventana y le dice:
Carlos, ¿Por qué te vas?
El joven se voltea, la mira, y le dice:
¡adiós, cagona!
Había una vez una pareja en el bosque y se encuentran con un pozo de los deseos, el esposo tira la moneda y pide el deseo. Le toca a la mujer, se tropieza y cae dentro del pozo y dice el tipo:
¡Esto sí funciona!
Después del desayuno el esposo dudoso le pregunta a su esposa.
Mi amor, si yo me muero, ¿Tu llorarías por mí?
Y ella le responde:
Claro mi amor, si tu sabes que yo lloro por cualquier cosa.
Había una vez un diablo pequeño que le pregunta a su tío: ¿Puedo ir al cielo a jugar con los angelitos? El tío dice: No, porque la otra vez que fuiste al cielo te portaste muy bien
Un hombre entra desesperado a una farmacia y pregunta al farmacéutico:
¿Tendrá usted algo para la diarrea?
El farmacéutico era nuevo en el negocio y rápidamente le ofreció el primer medicamento que encontró. El señor le pagó y salió muy apurado de la farmacia.
Más tarde el farmacéutico se da cuenta que por error y descuido él dio al señor un médicamente para los nervios. Horas después el hombre regresa a la farmacia. Entonces, el tendero le dice:
Discúlpeme señor, pero parece que le di un medicamento incorrecto, dígame, ¿se siente usted bien?
Claro, contesta el señor, estoy tranquilo, cagado, pero tranquilo.
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